Autor: Teresa Ariza
Nº de Páginas: 111
Editorial: Dialéctica ediciones
Sinopsis:
¡Qué no daría cualquier mortal, con un trocito de su alma despierta, por ser el destinatario de tanto amor como rezuman estos versos! Si van o fueron para una persona concreta, esta se tiene que sentir rebosada sabiendo que su cántaro es poco para tanta agua, o aceptar que es portador de una inhumana dureza.
Estos "cantos rodados" van vida adelante, río abajo, configurando el cauce del mismo río -el sentir de la poeta- que los pulió, y van quedándose en las orillas para que las gentes los recojan en sus manos y acaricien su redondez. Y son "las mismas piedras" en las que el caminante no tropieza sino que se apoya para que no se detenga su caminar; la misma piedra en la que se can a sentar, uno tras otro, en un reposo sombreado, con el aire suave de su lectura vespertina, cuantos tengan estos versos en sus manos.
Fernando Rubio Muñoz
Opinión personal:
Bueno, este libro lo leí hace más de un año, porque me he retrasado un poco con las reseñas, pero eso no interviene en mi opinión. Es un libro de poemas, de poemas increíbles y muy muy bonitos, no tengo mucho qué decir, me quedé sin post-its casi a mitad del libros, creo que con eso lo digo todo.
Me encanta la manera en la que están escritos, el vocabulario que usa, cómo lo usa y sobre lo que habla, y cómo lo habla, estoy totalmente enamorada de la forma de escribir de esta mujer de verdad, es increíble.
No puedo comentar mucho más al respecto de este libro, lamentablemente porque me encantó, pero como lo leí hace más de un año, no me acuerdo muy muy bien sobre todo ello.
Puntuación:
4/5
